El pueblo de Esquel dio al mundo un claro ejemplo
de hermandad, al haber sabido auto organizarse de manera pacífica, para
luchar en contra de los abusos del poder político y económico. La
mentira, el engaño, el ocultamiento sistemático de información, las
amenazas de muerte, fueron solo algunos de los condimentos que tuvieron
que soportar los 30.000 vecinos de esta localidad situada al noroeste de
la provincia del Chubut, Patagonia Argentina. ¿Cuál era el problema? La
imposición del gobierno de turno de un miserable proyecto minero que
prometía destruir social, económica y ambientalmente a toda una región
cordillerana caracterizada por sus bellezas naturales y sus industrias
sustentables. Cientos de toneladas de cianuro pretendían ser utilizadas a
escasos 6Km del centro de la ciudad. el juego despiadado con los que
más necesitaban, con falsas promesas de trabajo, intentaba generar una
ruptura social que el gobierno y el sector minero nunca pudieron
conseguir.
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