jueves, 7 de abril de 2016

El cianuro

El cianuro tiene la capacidad química de solubilizar metales. Es la herramienta fundamental utilizada por la industria minera para hacer rentable la extracción de pequeñísimas partículas de oro. De hecho, hay minas abandonadas hace varias décadas atrás que volvieron a ser productivas y rentables “gracias” al uso de estos químicos.
Una explotación minera necesita del uso constante de toneladas de cianuro. En solo un mes de procesamiento de materiales, una planta de tratamiento puede utilizar entre una o varias centenas de toneladas de cianuro.
Los desechos generados como resultado de la lixiviación con cianuro, son depositados por un tiempo fuera de la planta para que el cianuro se neutralice.
El cianuro se descompone en presencia de luz solar o en condiciones de PH neutral. Pero no todo el cianuro se descompone. Las empresas mineras sostienen que el cianuro se descompone totalmente, algo así como un cuento de hadas, en el que mágicamente se desmaterializan todo tipo de objetos quedando un vacío en su lugar.
Como todos sabemos, en este mundo nada desaparece, todo se transforma, y el cianuro tiene la particularidad de poder conformar una infinidad de combinaciones químicas que pueden ser aún más peligrosas, generando cualquier cantidad de derivados. Un simple ejemplo de ello, es el gas utilizado en las cámaras de exterminio nazi.
De hecho, y como prueba de que el comportamiento del cianuro no es tan predecible ni manejable como sostienen las compañías mineras, en las cámaras de exterminio nazi, se han detectado residuos de cianuro aún después más de medio siglo de haber sido utilizadas.
Teniendo en cuenta la capacidad del cianuro para combinarse con metales, un factor sumamente peligroso, otros peligros son las continuas pérdidas de solución de cianuro que se experimentan diariamente en prácticamente todas las explotaciones mineras.
De esa forma, el cianuro atraviesa la tierra, arrastrando todos los metales pesados que ésta contenga hacia las napas de agua subterráneas.
Los metales pesados en su estado natural en los yacimientos no son contaminantes, pero tanto el cianuro como el D.A.M. permiten su solubilización en agua, tornándolos un verdadero peligro para la vida animal y humana.
Otro factor a tener en cuenta es que las capas de aislamiento o forros utilizados para evitar el contacto con la superficie terrestre, suelen deteriorarse, siendo muy difícilmente detectables sus roturas y casi imposible de ser reparadas por los gastos extras de mantenimiento y
paralización parcial o total de la planta.
Después de todo, ojos que no ven, corazón que no siente.


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